Groenlandia 2008 - Aventura y cambio climático
Jul 13
Eintrag #9
Publiziert am 02:33
Como ya les adelantamos, los últimos días fueron intensos, en ocasiones favorecidos por un sol esplendoroso y en otras de una lluvia incesante.
Desde Qassiarsuk, cruzamos en un Land Rover al más puro estilo Safari hasta Tasiusaq, a la rivera del fiordo Sermilik, por el cual pretendíamos internarnos para alcanzar las cercanías del glaciar Eqalorutsit Killiit Sermiat, uno de los tantos gigantescos ríos de hielo que desaguan la gran meseta interior de hielo de Groenlandia.
El día en que cruzamos fue perfecto, sol y una calma que transformaba los fiordos en prístinos espejos. Las lluvias de los días anteriores vigorizaron las flores y el verdor de las praderas, transformando el pequeño caserío de Tasiusaq en un lugar idílico, solo faltaba Heidi saltando feliz entre las flores.
Allí montamos los Kayaks para navegar algunas horas entre témpanos atrapados en esta bahía, hasta nuestro primer campamento en esta zona. Desde allí aprovechando el sol y la calma, caminamos hacia un portezuelo que nos regalaría una vista privilegiada del fiordo Sermilk y la ruta a seguir, la que por lo que alcanzamos a ver desde el Cerro Illerfissalik se vería seriamente dificultada por el hielo.
Con una grata caminata alcanzamos el punto deseado, otorgándonos una vista tan sobrecogedora como determinante, pues resultaba evidente que era absolutamente imposible navegar ese fiordo, completamente cubierto de hielo, pues entre los icebergs el mar se encontraba congelado y cubierto de innumerables trozos de hielo consolidados en placas bien llamadas “panqueques”. La desilusión fue eclipsada por un largo atardecer que le brindo nueva intensidad al asombroso paisaje que llevábamos ya horas contemplando.
A pesar del obstáculo decidimos intentar la ruta planeada, ver que tan lejos podíamos llegar y sentir en carne propia el obstáculo infranqueable en que el hielo puede transformarse.
Durante la noche, que cada día es más obscura, permitiéndonos ahora ver algunas estrellas, las nubes se apoderaron del paisaje y la mañana se vio acompañada de una lluvia persistente. Sin embargo seguimos con el plan, y con la compañía de algunos patos, tras algunos kilómetros el hielo fue poco a poco cerrándose, dificultando las maniobras hasta impedir por completo el avance, ahí en un intento desesperado cambiamos los remos por piolets y continuamos sobre el hielo, más bien para jugar, pues era evidente que resultaba impracticable avanzar de ese modo los no despreciables 20 kilómetros que aún nos separaban del frente del glaciar (ver punto en el mapa).
El regreso fue calmo pero muy húmedo. Al día siguiente regresamos a Tasiusaq para volver a Qassiarsuk y cruzar remando nuevamente a nuestro punto de origen en Narsarsuaq, desde donde intentaremos alcanzar el glaciar por tierra.
Aprovechando las facilidades tecnológicas de este pueblo les dejamos una selección de nueve fotos que bien resumen estos últimos días.
Muchas gracias a todos por los mensajes que nos han enviado.
Hasta pronto
El equipo
Desde Qassiarsuk, cruzamos en un Land Rover al más puro estilo Safari hasta Tasiusaq, a la rivera del fiordo Sermilik, por el cual pretendíamos internarnos para alcanzar las cercanías del glaciar Eqalorutsit Killiit Sermiat, uno de los tantos gigantescos ríos de hielo que desaguan la gran meseta interior de hielo de Groenlandia.
El día en que cruzamos fue perfecto, sol y una calma que transformaba los fiordos en prístinos espejos. Las lluvias de los días anteriores vigorizaron las flores y el verdor de las praderas, transformando el pequeño caserío de Tasiusaq en un lugar idílico, solo faltaba Heidi saltando feliz entre las flores.
Allí montamos los Kayaks para navegar algunas horas entre témpanos atrapados en esta bahía, hasta nuestro primer campamento en esta zona. Desde allí aprovechando el sol y la calma, caminamos hacia un portezuelo que nos regalaría una vista privilegiada del fiordo Sermilk y la ruta a seguir, la que por lo que alcanzamos a ver desde el Cerro Illerfissalik se vería seriamente dificultada por el hielo.
Con una grata caminata alcanzamos el punto deseado, otorgándonos una vista tan sobrecogedora como determinante, pues resultaba evidente que era absolutamente imposible navegar ese fiordo, completamente cubierto de hielo, pues entre los icebergs el mar se encontraba congelado y cubierto de innumerables trozos de hielo consolidados en placas bien llamadas “panqueques”. La desilusión fue eclipsada por un largo atardecer que le brindo nueva intensidad al asombroso paisaje que llevábamos ya horas contemplando.
A pesar del obstáculo decidimos intentar la ruta planeada, ver que tan lejos podíamos llegar y sentir en carne propia el obstáculo infranqueable en que el hielo puede transformarse.
Durante la noche, que cada día es más obscura, permitiéndonos ahora ver algunas estrellas, las nubes se apoderaron del paisaje y la mañana se vio acompañada de una lluvia persistente. Sin embargo seguimos con el plan, y con la compañía de algunos patos, tras algunos kilómetros el hielo fue poco a poco cerrándose, dificultando las maniobras hasta impedir por completo el avance, ahí en un intento desesperado cambiamos los remos por piolets y continuamos sobre el hielo, más bien para jugar, pues era evidente que resultaba impracticable avanzar de ese modo los no despreciables 20 kilómetros que aún nos separaban del frente del glaciar (ver punto en el mapa).
El regreso fue calmo pero muy húmedo. Al día siguiente regresamos a Tasiusaq para volver a Qassiarsuk y cruzar remando nuevamente a nuestro punto de origen en Narsarsuaq, desde donde intentaremos alcanzar el glaciar por tierra.
Aprovechando las facilidades tecnológicas de este pueblo les dejamos una selección de nueve fotos que bien resumen estos últimos días.
Muchas gracias a todos por los mensajes que nos han enviado.
Hasta pronto
El equipo
- Name: Narsarsuaq
- Höhe: 23 m
- Breitengrad: 61° 9’ 34” North
- Längengrad: 45° 25’ 26” West
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